· Eldrid A. Becker {85%}

Timbromanía: Posee una magnifica colección de sellos, de varios paises y estilos. Los guarda todos en un albúm el cual va completando poco a poco
Glazomanía: Listas, adora hacer listas. Controla todo lo que la pueda dedicar más de lo normal con elaboradas listas.

Tan calmada, tan pacifica que no puedes evitar preguntarte que habrá detrás de esos profundos ojos achocolatados. Esa expresión que extrañamente cambia, que parece querer decir muchas cosas, y a la vez nada. Pues estos siempre parecen vacíos, aunque con un rayo de vida que los ilumina con una luz que ningunos poseen. Eldrid es una muchacha extremadamente calmada que parece esconder muchas cosas, las cuales nadie parece haber conseguido descifrar. Para ella, la felicidad es un sueño utópico que pocos pueden conseguir. No se puede lograr todo en esta vida ¿Verdad? Igual que en el amor, con el cual la morena no ha tenido mucha suerte. Actualmente no piensa en el, está concentrada en su carrera y en superarse a si misma. El amor es para débiles; la felicidad también.

Leal. Tanto dan las consecuencias de sus actos, jamás traicionaría a los suyos. Sea un compañero de clase como algún profesor que le ha caído en gracia; si te metes en un lío, te acompañara hasta donde haga falta. Ya varias veces ha tenido graves problemas por inmiscuirse en asuntos ajenos. Morirá si es necesario, y que no te quepa duda de que jamás se arrepentiría si lo hiciera. Quizás es por ello que, aunque no sea una adolescente alocada y frívola, se ha ganado muchas amistades. Amistades a las que jamás daría la espalda. Jamás.

Cariñosa y considerada, te ofrecerá su hombro en esos momentos en que necesites llorar, incluso sin ser amigo suyo; y es que la castaña sigue al dedillo la fisofía de hacer por los demás aquello que le agradaría que ellos hicieran por ella. También se la puede considerar autosuficiente, o al menos eso es lo que ella trata de ser: se esfuerza por no necesitar pedi nada a nadie. Cuando esté realmente sola ¿a quién podrá pedir ayuda, entonces? hay que estar preparada para todo lo que venga.Todo esto envuelve a la muchacha en una atmósfera de misterio y calma que de alguna manera atrae.

Olvidar. Eso es lo que se propuso Eldrid, olvidar toda vida anterior para centrarse en el presente. Olvidar la alegría y aquella felicidad en la que antes vivía. Porque la niña dulce desapareció, porque la pequeña chica enamoradiza se había ido. Y sorprendentemente la tarea de dejar escapar los recuerdos se le da muy bien. Extremadamente bien.

Nacida en una familia de clase baja, una de las prioridades de sus padres era pertenecer a la socialité. Sin duda ellos hubiesen querido aspirar a más, pero su posición económica jamás se lo permitió. Fue por ello que decidieron exigir tanto a su hija, que fuera ella quién cumpliera todos esos sueños. Resumiendo, volcaron en ella toda la frustración que les producía no haber llegado a lograr sus metas, creyendo que de esa manera Eldrid escogería el "mejor camino": Buscar un buen partido y contraer matrimonio con él, creyendo que de esa manera se aseguraría una situación mucho mejor que la preciaría vida que consideraban llevar sus padres.

Finalmente no le hizo falta casarse con alguien importante, pues cuando tenía catorce años sus ambiciosos padres se volcaron de lleno en el mundo de los negocios, escalando con una rapidez envidiable por la piramide social. Cenas de etiqueta, lujos y otros caprichos llegaron a la vida de la chica. Y para ella, que tan acostumbrada estaba a la sencillez, se sintió sola y apartada en aquel mundo. Se volcó entonces en sus estudios, sintiendose gracias a estos útil e importante en algo con lo cual se procuraba un buen futuro. Y justamente por ello lllegó aquí.