Makenzie Charlotte Lotter B.

No vamos a decir que Makenzie es la hija modelo, la mujer perfecta ni mucho menos la persona con los modales más refinados del planeta; no vamos a mentir. Makenzie es...Makenzie, con sus defectos y sus escasas virtudes; con sus momentos de alegría y sus interminables cambios esporáditos de humor, con sus llegadas tarde y su mal vocabulario, Makenzie. La castaña es como quiere, no va a intentar cambiar para agradarte a tí o a los demás, no va a fingir ser algo que no es para encajar, Makenzie no encaja por naturaleza, en ningún lado. Cuando decidieron ponerla en este mundo, la feminidad y los buenos modales se le quedaron olvidados; desconoce dichos términos, al ser la mayor entre cuatro hermanos, una madre ausente y un padre que la llevaba de caza cada vez que podía, no s de esperarse menos; es cien por ciento anti color rosa y similares, y por ende no le gustan las pijas que se pavonean con sus bolsos Prada y sus tacones de veinte centímetros, gracias, pero no.

La primera regla para que le agrades a Makenzie es darle siempre, no importa lo que pase, la razón; Makenzie tiene que tener la razón, debe tenerla, siempre; no podemos dejar de lado que debes lidiar con su malhumor, que últimamente es cosa del día a día, sus ganas incontrolables de salir de fiesta de lunes a viernes, las hermosas frases que le dedica a su madre y similares; los mil y un líos que acarrea la morena, pero por sobre todas las cosas, nunca le preguntes por qué lo hace. No le gusta andar dándole explicaciones a nadie de lo que hace ni lo que deja de hacer, desde bien cría ya hacía lo que quería, ¿por qué iría a cambiar ahora, entonces, cuando ya tenía la soberanía absoluta? Claramente, no. Es la persona más puramente egoísta que conocerás alguna vez, si la vas a querer, que sea sólo a ella, si la vas a consentir, que sea sólo a ella, si la vas a mirar, mírala solo a ella, a ninguna otra.

El amor y Makenzie están destinado a fracasar, no es la típica muchacha que sufrió por amor y ahora se las da de perra con todos, porque, la verdad, Makenzie nunca ha sufrido por amor, desconoce tal término y espera que continúe siendo así por mucho tiempo más. Si vamos a hablar de novios y Makenzie, sería un muy buen chiste, ¿qué novios a va a tener esta marimacho? Vale, que debajo de todas esas malas palabras y esa forma tan errante de dirigirse al mundo habrán restos de una mujer, pero bah, que esta chica no es lo que decimos una top model, aunque tampoco es que quiera serlo. Si para que se fijen en ella tiene que pintorretearse hasta el culo y ponerse uns tacones matadores, pasa de novios y demás, fijo.

Makenzie es un alma libre, y por lo tal, no le gusta que le amarren, a nada ni a nadie; ella es como el viento, que viene y se va.